Historia
El
lugar donde se emplazó el actual Municipio de Mburucuyá, fue un vecindario que
comenzó a formarse por los años 1750 con el asentamiento espontáneo de
pobladores con la finalidad de explotar la tierra.
Se
construyó una capilla que, según se cree, fue de madera y muy pequeña para la
atención espiritual de los pobladores y que se puso bajo la advocación de San
Antonio, quedando terminada por D. Mantilla en el año 1796.
Puede
decirse que esta Capilla ha sido la piedra fundamental del pueblo de Mburucuyá.
Hasta
los últimos años del Siglo XVIII la población de lo que hoy es Mburucuyá no era
más que un conjunto de casas diseminada en una extensión más o menos grande de
tierra.
Casi
toda la población se encontraba dedicada a la agricultura. Vale decir que la
delimitación del pueblo estaba dada por un aglomerado de ranchos levantados a
capricho alrededor de la primera Capilla.
Los
habitantes celebraban reuniones a menudo y la vida de la sociedad iba ganando
lugar en el alma retraída de los aborígenes, quienes de este modo mantenían
mayor contacto con la vecindad.
Se
considera que, éste debe haber sido el origen del pueblo de Mburucuyá, y acaso
por impulso propio o influenciado por algunos vecinos, don José Maidana donó el
terreno que desde entonces ocupa el pueblo.
La
Capilla fue luego elevada a vice parroquia y dependía de la Parroquia de San
José de las Lagunas Saladas.
En
los primeros años del Siglo XIX, San Antonio del Mburucuyá ejercía la función
de enlace espiritual entre los vecindarios más importantes de la zona, por ello
los pobladores sintieron la necesidad de contar con otra capilla mayor, y a
fines del año 1831 el vecindario comenzó la construcción de una nueva iglesia,
pero esta vez el gobierno contribuyó en gran parte, mediante las gestiones del
infatigable Coronel Benítez.
El
padre Fray Santiago Noguera se estableció en ella en 1832 y el 16 de agosto de
dicho año, el Gobernador Pedro Ferré dictó el Decreto Oficial por el cual se
erigió la Capilla en Parroquia, se demarcó su límite y se la desmembró de la
dependencia de San José de las Lagunas Saladas y de la de Nuestra Señora del
Rosario de CaáCatí.
En
atención a este acontecimiento, el 16 de agosto de 1832 se festeja como fecha
de fundación de Mburucuyá, por ser el día del reconocimiento del Curato por parte
del Gobierno, si bien se reconoce que la fecha de su fundación es imprecisa.
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